Ella es vitrina iluminada, es su propia joya prendida, su telón y su tarima
Él es sólo los ojos que la aclaman.
Ella es vuelta que va y viene, un palmo que palpa, una palma para el alma, y una playa que lo agita
Él es un cerrojo por donde observa solo sus orillas.
Ella es la total totalidad de toda hora
Él es como llevar días en piscina, y cargar en los oídos olas.
Ella es temblor de sismo, un abismo, pero únicamente la parte que interrumpe al aire tibio
Él es un estremecimiento de los extremos de cimientos, que da calor al cuerpo errante con talante de destino.
Ella es del calor lo burbujeante
Él es el valor con una fecha flechada en su calendario como un maleficio.
Ella es el valor de todo oficio
Él es un señor sentado en un plaza.
Ella desplaza la tiniebla de incienso de su iglesia, las batallas de memoria, su prófuga inocencia.
Él es un cubo soldado, un ángel deshelado, desrielado y primitivo.
Ella es un volumen
Él es una enciclopedia.
Ella es marcha
Él espera.
Ella sale con sus libros de la escuela
Él la ve mover su falda, y no encuentra nada que autorice su proeza franca, sin una vellonera.
Ella se va a su casa
Él es su banco en esa plaza, justo frente a frente con la escuela.