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viernes, 1 de enero de 2010

El Nuevo Génesis: Evitando a Dios

Introducción:

Hacer una historia sobre uno mismo no podía ser obligación una vez entendido el otro, por lo que salí a buscar evidencias de su existencia. Buscaba ese que no era yo. Y lo descubrí. Sí, hay otros, y los fui a visitar. Los saludé con el amor del cuerpo, porque nunca supe de otro amor. Al final se fueron metiendo por mis poros, y ahora sólo puedo hablar de los otros, y nunca me encontré de nuevo, tampoco me he encontrado más.

Capítulo 1

1. Algunos dicen que traemos cargando las ideas desde los monos, otros dicen que nos llegó de Dios... yo no veo la diferencia.

2. Dios es prehistórico, y como quiera está en todas las letras. Tiene conquistada con la mente de los monos el mundo humano. Y recordando a Orwell, el humano es más igual que el mono.

3. Dios participa como accionista en las iglesias. Esto debe quedar claro, porque las iglesias son la religión y la religión ha sido el centro de la humanidad desde que es humanidad, y la humanidad cree que existe en Dios, como existe el sabor en la lengua.

4. Pero Dios no existe.

5. Y la religión se quedó como forma de pensar, ignorando todo el tiempo que el sabor no está en la lengua. No es sólo una institución la religión, Dios y la religión son también una forma de pensar.

6. Matar a Dios, no hará desaparecer sus palabras porque estamos escritos con ellas.

7. Despedirnos de Dios, no olvidará el tiempo, ni las causas, ni los sueños, ni la razón, ni la verdad, ni el amor.

8. Todos los conceptos relacionados al sentimiento y al pensamiento, --eso que deberíamos llamar sensamiento--, están igual de bien ubicadas si las ponemos en las entrañas o en el cerebro, o en el cielo y el infierno. Su posición sólo ilustra el conocimiento fisiológico de la época, o sería mejor decir el mapa biológico de sí mismo, que construye el humano observándose, con los prejuicios de su época. Algunos prejuicios estarían en la categoría de ciencia, pero la mayoría estuvo bajo la categoría de religión.

9. La verdad, la razón y el amor, no están en el cielo, o en la mente, o en el cuerpo, aunque parezcan regir todas las partes. Como ejemplo usemos el amor. No escogemos el amor por casualidad, sino sabiendo que es el más laico de los sensamientos.

Capítulo 2

1. Sentir amor, es lo que llamamos en los animales el celo. Lo que sentimos es embriaguez de atracción al sexo. Pero en el humano es prolongado y siempre verde el celo. Por no ser un acto que decidimos y sí una orden dada en función de los intereses de los genes. Son los genes y no los humanos, los que se reproducen, son los genes quienes nos dictan con los sensamientos sus intereses que no están cerca de ser conscientes, ni para la idea de mí que todavía tenemos, ni para el resto del universo.

2. Los genes con su acción perviven. Con su manifestación nos construyen y con nuestra ausencia desaparecen. Cuando entendemos que nos guían los genes, el mundo interno del humano desaparece, y en su lugar se abre un universo para la confección de un mundo nuevo. Los genes son quienes nos replican y constituyen, la vida está ya muy lejos del misterio.

3. Me gusta pensar que cada uno de nosotros es una colmena, y la abeja reina es por donde tenemos el sexo.

4. Los genes son una parte más simple que el humano, y es mejor acercamiento para entender al mundo de lo vivo.

5. Los genes nos constituyen, nos construyen, y están igualitos antes de tenernos, y seguirán igualitos si logran que por sus cualidades nos reproduzcamos con el cuerpo.

6. Es posible reproducirse sin los cuerpos. Pero el deseo de buscar y conseguir, el reproducirnos sin cuerpo, es también un éxito del comando sometido por los genes. O lo que llamamos instinto: esa necesidad que no es nuestra necesidad, pero creemos que poseemos si la llamamos nuestra. No estamos comprendiendo que ni siquiera el amor es nuestro.

7. El amor es igual que Dios, ambos son formas y no contenidos. Palabras que describen sucesos del cuerpo, a los que le damos nombre para que adquieran con el significado un relleno. Porque formamos palabras con efectos biológicos, por eso es lógico ponerle amor, a lo que en el fondo es celo.

8. Entendemos la palabra efecto como la hermana siamesa de causa. Y causa y efecto, juntas, son el centro del lenguaje, y es el lenguaje palabra en movimiento, y es la palabra una masa abstracta que opera.

9. El sujeto es la causa, y el predicado el efecto, en una oración. Como es la gramática la estructura de un cuento. Como contar inventa la acción y al individuo. Como nos puso en la mente la vida, la idea de ser creadores. Porque crear es actuar, y actuar es acción, y acción es predicado, y el predicado es parte de una oración que no puede existir sin sustantivo. Y pensar es un cuento, que juega con inventar parejas, y crea mente y cuerpo.

Capítulo 3

  1. El cuerpo siente con todo el cuerpo.

  1. El cuerpo siente con todo el pensamiento.

  1. El pensamiento siente con todo el cuerpo,

  1. El pensamiento siente con todo el pensamiento.

  1. A los 15 años, tomas una mano, y te late el corazón, se te mueve la sangre al pene o la vagina.

  1. A eso le llamas amor.

  1. Al proceso que aprendió tu cuerpo con las señales de hormonas, al vocabulario que adquiere el deseo. Al total de efectos en tu cuerpo, a la causa que crea la pasión. Al sabor que te gustó, al olor que te arrebata...

  1. Y el sabio cuerpo diseñado a genes, compuesto por células con planos de construcción, recibe las alarmas que le dan de otros centros.

  1. Le dicen – esos otros centros -- que el olor carga los anticuerpos de los cuales carecemos. Que el cuerpo apetecido lleva consigo lo que le falta a nuestra inmunología.

  1. Los genes nos dirigen logrando que entendamos lo bello, sin tener que estudiarlo, porque lo hermoso es lo más apto, y lo fuerte es bello. Sin palabras nos dicen que el poder es un gusto, y que es hermoso como el deseo.

  1. Nos mueven a unirnos con los impulsos que hacen que sienta todo el cuerpo, y se le llama amor, para que sea eterno. Y la pasión más lograda, esa que nos borra la mente, beneficia a la replicación de los genes. Claro está, a nosotros nos permiten asociar con el placer, la recompensa. Pero nos beneficiamos como se beneficia un medio. El gusto por otro cuerpo, es en realidad, el reconocimiento inconsciente de las defensas inmunológicas del otro, favoreciendo al hijo con más defensa del cuerpo. Es atractivo un olor de otro cuerpo, porque estamos programados a buscar esto.

  1. De nada de esto nos enteramos, sólo recibimos la orden de ejecución, por la fuente que se abre con el deseo que nos guía orientado por unas normas que no establecemos, pero benefician a los genes, y si salimos copiados no fue por nuestra decisión. Nos enteramos de lo que sentimos, aunque no entendamos porque lo sentimos.

  1. Igual con el tiempo ese apetito del cuerpo y la pasión se desvanece. Se desvanece porque pierde su vigor el cuerpo, porque no se muere uno completo y de repente, porque la muerte es continua aunque te reproduzcas lo suficiente. Igual va desapareciendo el amor del cuerpo. Pero queda intacto el de la mente.

  1. El amor en la mente se hizo palabra como Dios, y si se hace palabra en la mente, se hace verdadero en la acción. Es su verbo encarnado.

  1. Sin embargo, ya no necesita asociarlo con el cuerpo – al menos no exclusivamente— Ahora al hacerse el paquete de definición de amor se incluye el leer el periódico juntos, tener afinidad en la música y el cine, tener los mismos gustos, y los mismos propósitos.

  1. Porque parte del amor que se aprendió con el pecho apretado y el irrefrenable deseo de copular, tenía esas otras cosas también de frente.

Capítulo 4

  1. El amor es como la superstición.

  1. Si asocias un “jonrón” con tus calzoncillos de la suerte, y no con tu capacidad de pegarle a la bola, o con tu buena vista, o tu rapidez, el día que pierdas todas esas cualidades, querrás seguir usando tus calzoncillos de la suerte para otras ocasiones.

3. La mente también aprendió a leer sin tener el cuerpo como tutor para confirmarle los sonidos de las letras. La mente es la fuerza interna que nos quiere quitar el cuerpo, para construir el alma eterna. La mente elaboró la dualidad mientras pensaba, sin creer considerar el cuerpo. Y creer que se puede pensar sin el cuerpo, es un artilugio que redacta como mandamiento la existencia de la mente, aunque no pueda existir sin el cuerpo, porque establece la negación de lo externo, porque enajena el mundo al pensamiento, porque el mundo existe sólo cuando existe el que lo experimenta, y cada suceso sólo consigue hacerme conciente de mí mismo, porque estoy rodeado de otros, que son espejismos cuando se llevan en la mente.

4. Pero encontrar al otro, es conocer que existe el pasado, y el futuro. Encontrar al otro, como a mí, implica descubrir que el mundo no depende de mi existencia, pero eso es sólo posible cuando no tenga existencia.

5. Mientras esté vivo el mundo es mío, pero puedo decir mío, porque existes tú. Tenemos el designio de los genes sugiriendo que nuestra vida es más valiosa que la del otro, porque el mundo sólo existe si estoy vivo, y ese mundo es un mundo, no para el mí consciente, si no para que lo de mí que se queda cuando el yo desaparece, tenga existencia. La progenie, es evidencia de que la meta no es que exista el medio – o sea, el cuerpo--, si no el mensaje que se replica idéntico en los genes.

6. En los hijos están los genes nuestros y no nosotros. Lo que trasciende es la identidad de formas organizadas de proteínas, no la identidad de un individuo de la “Gente”. Con la comprensión de la genética, el individuo desaparece. Pero esa desaparición se nos desvanece cuando con el pensamiento del lenguaje se constituye la mente, haciendo generalizaciones que evitan la muerte. La mente confunde la realidad para crearnos propósitos y razones, para actuar como quieren los genes.

7. La mente se desarrolló haciendo esa abstracción que logra construir la palabra cuando habla al unísono con el cuerpo. Pero el cuerpo es más parte de lo otro, que de la mente. Pero la mente insiste en la alegoría de la dualidad, adjuntándose al cuerpo, y en función de otras cosas que le dan ubicación y pertenencia, como la idea de los demás, que se excita al recordar historias que se construyeron narrando vidas de individuos en busca de amor, de venganza, de estatus y fama. Y se cuentan historias porque existe el otro, el que escucha y dibuja la ficción, el que se orienta, y aprende. El lenguaje también inventó al otro, como inventó la mente el uno, porque de nada sirve decir uno, si no existiera el dos en la mente.

8. La historia se inventó con los cuentos, que se pensaron en sueños, hablando con los muertos, y con todo lo que nos dejaron en el cuerpo. Luego hablaron con Dioses, pero esos Dioses eran mejores hombres que habían muerto, mientras nos dejaron hechos en cuentos que se usaron para llevar el cuerpo a la cama y para dormir despierto.

9. Y en la cama se empaña la vida, y ves el mundo en fantasmas. Y esos fantasmas se hacen letras y palabras, poniéndole la carne a la idea, e inventando la evocación, el recuerdo y la nostalgia. Y todas las ideas están metidas en la abstracción, y pensamos abstrayendo en la palabra, porque pensamos con símbolos, que son dibujos que suenan, que son letras, palabras y cosas. El pensamiento se descubrió soñando, cuando nos permitió tener una vida, que al despertar se descubre, que existía como espectro equivocadamente explicado como un fenómeno sin cuerpo.

10. Y seguimos creyendo que la abstracción nos salvó cuando crea la definición del signo como se inventa con la palabra el alma de las cosas, incluyendo la nuestra. No se cuestiona la existencia del otro, aunque sólo podamos sentir como individuos.

11. Que la mente nos salvó. Que Dios está en la mente. Dicen.

12. Y si está en la mente, somos como Dios. Repiten.

13. Si existimos nosotros, tiene que existir Dios. Concluyen unos y copian otros. Y que para existir es suficiente que lo tenga en la mente, defienden los conversos, los teófilos, los delincuentes que corrompen la mente de los hombres con mentiras de vida eterna.

14. Y Existe, -- nos confiesan -- porque cuando me aparecen los latidos de angustia, y las pulsaciones de emoción en el pecho mientras pienso en el final, cuando me tiemblan las rodillas con la idea de muerte, viene Dios con su existencia a darme la vida eterna.

15. Dios vino a hacernos sentir tranquilos. Y que si morimos no es para siempre. Dios quitó la muerte, pero su fuerza es la muerte. Dios existe porque morimos, y morimos porque Dios no existe. Somos eternos siempre y cuando estemos vivos.

16. Quizás creer en Dios nos permita vivir, aunque no nos dé la muerte, pero vivir sin la muerte, no es vivir.

Capítulo 5

1. Que pasaría si algún animal pudiera recordar la muerte de otros, si supiera que morir no significa que aquél no esté, sino que yo tampoco estaré otro día.

2. Ese animal, cómo viviría con el recuerdo profundo de la muerte, con la amenaza de dejar de sentir, o de sentir muy fuerte, ¿Se dedicaría a alargar su vida? ¿Se dedicaría a acortarla?

3. Si pudiera imaginar lo que sería no estar, ¿cómo viviría su vida? ¿Se reproduciría?

4. Claro que se reproduce, porque el deseo no es abstracción, lo que es abstracción es ponerle nombre, sea Dios, o sea amor.

5. Quizás usa un condón o algún otro método anticonceptivo, pero eso todavía sería complacer la orden de los genes.

6. El amor excita las mismas partes del cerebro que excita Dios. También reaccionamos de forma parecida al chocolate. Pero, ¿de cuántas cosas se deshace lo humano cuando se deshace de Dios en la mente: en donde único existe, encubriendo todas las cosas que como humanos conocemos?

7. Quizás nunca sabremos. Porque la acción del pensamiento es la mente, y la mente es el cuerpo, y es nuestro consuelo pensar que la mente y el pensamiento han estado, están, y estarán siempre.

8. Y no sabemos que pensar es algo que ocurrió en la prehistoria, y digo prehistoria como digo precuento. Que la mente empezó abstrayendo sin palabras, y que atrajo las palabras con el pensamiento, y la mente se hizo con la palabra cuento, y la historia es el más grande de los cuentos, porque es verdad, y es verdad como Dios, y es Dios la verdad, y la vida vive de la verdad revelada y ese es el futuro, y el futuro sólo existe cuando se ve con el alma, que es la parte de Dios que tenemos dentro, y nos dio la palabra para pensarlo.

9. ¡Pero Dios NO EXISTE!

10. Y como Dios, es igual de eterno el que vive para siempre.

11. Y vivir para siempre se disfraza de muchas formas: como el que deja de sí mismo alguna cosa en el recuerdo nuestro, como el que hace un hijo y lo protege, porque se está protegiendo a sí mismo en una copia de genes. Como el que siembra un árbol o escribe un libro. Toda la noción del futuro, es Dios. Todo lo que es Dios, es la vida eterna, Y la vida eterna es la muerte.

12. ¿Cómo defender la muerte? Cómo se puede hacer entender que el cuerpo es sólo un arreglo de genes, que se repiten, para repetirse. ¿Cómo se podría hablar de repetir sin pensar en vivir para siempre? Vivir para siempre, no es algo que se puede hacer solo, ni solamente.

13. ¿Cómo estar solo dejó de ser la muerte? Romper la cadena de genes sería la muerte. Pero es también la muerte morir. Y esa muerte no se entiende, porque tenemos la vida convertida en Dios, porque Dios no sabe de muerte.

14. Pero Dios no existe. Aunque lo mudes de la tierra al sol, del Olimpo al Cielo, del cielo a todas partes, y de todas partes a mí.

15. Dios no existe, y nos toca definir: ¿cómo debemos pensar con la ausencia de lo eterno, con la falsedad de la mente, con la arbitrariedad de colocar nuestra existencia como el motor del universo?

16. Nos toca hacer un nuevo mundo, en donde entendamos que no existimos como mentes, y que somos cuerpos como las frutas son cuerpos para las semillas.

17. Y la fruta sólo te importa porque te la comes, pero con tu creencia de estar siendo servido por el árbol, tu asistes como medio, a hacer que la semilla en algún punto germine. Eres otro medio. Somos el medio, entre la repetición de genes.

18. Como ya dijeron: “la gallina es la cosa que usa un huevo para producir otro huevo.”

Capítulo 6

  1. ¿Cómo podremos ver el mundo, cuando los ojos nuestros los tienen controlados los genes? Como entender el universo, si no sabemos pensar sin Dios y la vida eterna, si no podemos pensar sin el tiempo.

  1. Nuestros genes no son de Dios, nuestro pensamiento no es un milagro de los cielos, aunque su núcleo esté lleno de almas.

  1. Las palabras son las almas de las cosas, el pensamiento es el cielo, y en ese cielo está Dios.

  1. Cuando tomamos un ejemplo no tomamos la cosa, tomamos una parte y esa parte decimos que la tenemos en la memoria, pero la memoria pertenece al mundo de las ideas, e inventamos las ideas como conceptos de conceptos, y nos vamos yendo cada vez más lejos de las cosas y cada vez más cerca del inventado cielo.

  1. La mente es la memoria, y cada memoria es una copia conveniente de lo que nos compone. Tenemos memorias en los dedos. Tenemos memorias por la espalda, de piernas, de ojos...,

  1. Y la idea es bautizada con un nombre, y ese nombre puede existir sin la cosa, --como puede existir todavía un dinosaurio --, así que esas cosas tienen un alma en la idea, la idea del alma es la palabra. La palabra creó a Dios, cuando puso la muerte en la ecuación.

7. La ecuación, es la relación del cuerpo con la cosa, que le permite hacerle un apartado en el cuerpo que guarda la experiencia del cuerpo frente a la cosa. A ese apartado en el cuerpo le llamamos mente, pero la mente no está en el cerebro. Ya lo descubrirán cuando se transplanten los cerebros.

8. Si a algo se le puede dar nombre, si a algo se le puede mencionar, enumerar, convocar, llamar, o cualquier acto relacionado, inmediatamente el cuerpo hace que este algo regrese al recuerdo y así consigue estar otra vez en la mente, y si está en la mente lo tenemos, y lo usamos y nos resuelve. Ese algo puede ser Dios, aunque nunca lo hayamos experimentado con ninguna parte primaria del cuerpo. Dios aparece en las partes de la memoria secundaria – en las mentiras de los primeros viejos, como cuando se le habla a un niño de Santa Cló.

9. Lo que imagina la mente con la palabra, no siempre tiene un referente concreto, pero se anida como cierto con la interpretación arbitraria de caracterizaciones y frases hechas. Dios se repite en cuentos, como se repite el argumento de las palabras y las ideas. La realidad se ignora, veamos dos ejemplos:

a. En algunos países de América, los Reyes Magos no son los que llevan regalos. En las fiestas el que regala es el mismísimo niño Jesús. Si el niño descubre la verdad ¿por qué NO deja de creer en Jesús, y su papá el Dios como yo dejé de creer en Santa Cló?

b. Te aclara: el sereno era el señor que prendía las luces de faroles de las calles, antes de la llegada triunfal de la electricidad. Cuando te recomiendan que no te coja el sereno, te están aconsejando a que llegues temprano a casa, y no a que te protejas de algún evento atmosférico misterioso que trae consigo la noche.

10. Dios es prehistórico, y tiene su existencia tejiendo laberintos por los cuentos de la mente en el presente.

11. Se piensa con Dios y con lo que se hizo con el alma en peripecias de palabras en la mente. Las palabras hacen el tiempo dentro de los cuentos, y el tiempo el pensamiento. Y al pensamiento hay que matarlo para olvidar al Dios que Nietzsche ya mató.

12. Conozco de genociDios retrógrados, de genociDios progresistas, y de genociDios revolucionarios. Pero no conozco de un cambio importante en la historia que no haya tenido un genocidio.

13. El pensamiento es Dios, y Dios no existe, ¿ahora qué hacemos?


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